Denuncian que agente asesinado junto a su familia, no portaba arma de fuego por orden del jefe.

Un agente de la Policía Nacional Civil que prefirió el anonimato ante un posible despido o medidas de castigo hacía él, confirma que el agente  Walter Antonio Guardado Alfaro ONI 26138 destacado Sub Delegación Soyapango Sur, no portaba su arma de fuego (en un primer momento se manejaba que los pandilleros se la habrían quitado) pero el testimonio del agente deja existente la posibilidad que Walter no tuvo opción ante los criminales.

”Walter fue asesinado por pandilleros junto a su familia, no portaba su arma de equipo, porque su jefe, un inspector, consideraba que no estaba en riesgo la vida de ningún policía” dijo el agente que considera dicha decisión fue fatal para el agente.

”Uno con arma de fuego hace lo que puede, esta registrado que varios pandilleros nos pueden atacar, pero si estamos armados les respondemos e incluso salimos mejor librados, pero sin arma y con nuestra familia a la par somos muy vulnerables” siguió en sus palabras el encargado de impartir la seguridad.

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Sobre el triste hecho.

El suceso se registro al rededor de las siete de la mañana, pues fue la misma ciudadanía quien les alertó del hallazgo de por lo menos tres cadáveres en la finca San Rafael del caserío Potosí, cantón El Cerro del municipio que colinda a los municipios de El Congo y Coatepeque, ambos del departamento de Santa Ana.

En primera instancia se encontró un vehículo, que en su interior habían dos cuerpos sin vida. Una de las victimas era un joven de tan solo 25 años quien fue identificado como David Esaú Joya , la otra víctima (indigno a toda la población salvadoreña) era una inocente niña de a penas 4 años de edad, quien fue asesinada con lujo de barbarie, ya que los cobardes asesinos no tuvieron piedad y se ensancharon con una niña que no podía ni defenderse, ni siquiera con arañazos.

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La menor identificada por las autoridades como Giselle Guardado Varela, contaba con al menos siete impactos de bala entre los cuales, una se encontraba en su cabeza.

El cadáver de la madre (esposa del agente) identificada como Maritza Ivonne Varela de Guardado, fue encontrado afuera del vehículo, parecía como si se hubiese bajado del vehículo a defender a su hija. Su cuerpo hablaba pues -según el relato- ella intento defenderse de los agresores.

Tras casi 5 horas de búsqueda el cuerpo sin vida del agente Walter Antonio Guardado Alfaro, miembro activo de la Policía Nacional Civil (PNC) destacado en Sierra Morena, Soyapango, fue encontrado -sin su arma de fuego- con lesiones en su cabeza y en el torax, no bastándoles con eso, le ocasionaron laceraciones con armas cortopunzantes en la cara.