Agente policial era humillado y era obligado a cuidar a su jefe cuando estaba bolo.

Un agente de la Policía Nacional Civil (PNC) identificado como Torres fue absuelto por un juzgado de los delitos de amenaza que se le atribuían y que se habrían dado durante una discusión que tuvo con el jefe del puesto en el que se encontraba destacado, en la colonia Los Conacastes de Soyapango.

El sargento Baltazar Olaizola Díaz, quien recibió las amenazas, murió decapitado un año después de este episodio; por ese hecho también era sospechoso el agente Torres.

Según la investigación de la Fiscalía General de la República (FGR), el agente Torres era uno de los subalternos que recibía malos tratos de parte del sargento Olaizola Díaz.

Cansado de la forma en como era tratado –a manera de ejemplo mencionó que no podía comer a la hora señalada- el 26 de octubre de 2014, el agente Torres le reclamó por eso, aunque lo hizo en estado de ebriedad, mientras ambos departían.

La Fiscalía señaló que en esa discusión el agente estaba armado y que incuso llegó a sacar el arma para apuntar contra Olaizola y amenazarlo de muerte.

Otro agente que presenció los hechos confirmó la discusión, pero en su testimonio aclaró que nunca hubo tal amenaza.

El imputado reconoció que hizo el reclamo, pero en su defensa también recordó la relación que mantenía con el demandante: “Es cierto que le reclamé por como me trataba y le recordé que estando bolos yo lo cuidaba y lo iba a dejar hasta su casa para que no le pasara nada”.

Luego de la discusión, a Torres le decomisaron su arma de equipo y fue persuadido por otros compañeros para que saliera de la habitación donde estaban y regresara a sus funciones.

El informe del jefe policial fue presentado al ministerio público, que en enero de 2016 inició las investigaciones pertinententes. Paralelo a esto, el agente Torres fue investigado por la Unidad de Asuntos Internos de la corporación, caso del que terminó absuelto.

En ese tiempo el agente pasó a ser parte de la División de Investigaciones de Soyapango y posteriormente fue trasladado a una delegación policial en Morazán, donde está hasta la fecha.

Sospechas por la muerte del sargento

Torres también explicó que el Ministerio Público lo tiene bajo investigación debido a la muerte del sargento Olaizola, ocurrida un año después de las supuestas amenazas.

“También dicen que yo estuve involucrado en la muerte del sargento, que lo encontraron decapitado en Quezaltepeque, pero no es cierto”, se defendió el agente en su declaración.

Según lo informado, el jefe policial fue interceptado por sujetos que lo asesinaron y decapitaron cuando se dirigía rumbo a su casa, en Apopa. Por ese caso fueron juzgados recientemente varios pandilleros y el exalcalde de Apopa, Elías Hernández.

El 5 de octubre de 2015, Olaizola iba en estado de ebriedad y fue desaparecido por un grupo de pandilleros. Un día después, su cabeza fue encontrada en el kilómetro 12 de la carretera de Oro, a la altura de Mejicanos, mientras del cuerpo no hay reportes hasta la fecha.

Fuente: Fiscalía General de la República.

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