Este día se conoce si el TPS para Salvadoreños sigue o se cancela.

Salvadoreños y Hondureños temen que el TPS sea cancelado.

Han pasado casi dos décadas desde que Orlando López dejó atrás los destrozos dejados por el huracán Mitch.

Las cosechas del entonces agricultor fueron aniquiladas y López, que tenía 36 años, se quedó sin hogar, sin su negocio agrícola y con cuatro niños para alimentar.

“Lo perdí todo; nada era recuperable y nada era seguro”, dijo López. “Es por eso que vine a los Estados Unidos. Pero ahora siento que estoy pasando por otro huracán, esta vez emocional”.

López fue uno de los miles de centroamericanos que buscaron refugio en Estados Unidos en 1998 después que el huracán Mitch devastara la región. Aunque la mayoría llegó ilegalmente, quedaron exentos de la deportación después que el Congreso estableció un programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) en 1990. Ese estatus protege a algunos extranjeros de ser deportados a sus países de origen en medio de inestabilidad y condiciones peligrosas causadas por conflictos armados o desastres naturales.

Desde entonces, se han renovado aproximadamente 320,000 protecciones TPS a través de los años. Pero el lunes el gobierno federal podría anunciar la cancelación del TPS para los hondureños, salvadoreños y nicaragüenses, argumentando que ya no ameritan ser protegidos de la deportación. El Día de Acción de Gracias las autoridades podría tomar la misma decisión sobre los haitianos protegidos por el TPS.

El martes pasado, el secretario de Estado, Rex Tillerson, escribió una carta al Departamento de Seguridad Nacional en que decía que las condiciones extremas que una vez afectaron esos países ya no justifican la protección de los que están en el programa, muchos de los cuales han vivido en Estados Unidos durante casi 20 años.

Desde que se publicara la noticia de la carta de Tillerson, organizaciones de inmigrantes en todo el sur de la Florida han estado respondiendo llamadas y mensajes de preocupados beneficiarios de TPS o sus familiares. Alrededor de 44,800 beneficiarios de TPS viven en la Florida, según el Centro de Estudios de Migración de Nueva York.

Funcionarios del gobierno de Trump han dicho que el regreso de decenas de miles de inmigrantes podría ser una bendición para las naciones centroamericanas y Haití, porque sus ciudadanos regresarán con habilidades laborales, valores democráticos y ahorros.

También señalan que la protección nunca se pensó como permanente y que darla por terminada sería coherente con el objetivo del gobierno de reducir la inmigración.

Fuente: New Herald.

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