Holanda rechaza a embajador de EEUU en su país, es uno de los consentidos de Donald Trump.
Como era de esperarse, Donald Trump no se ha pronunciado por este caso, aunque los analistas piensan que el mandatario opinara diferente si los que lo hubieran rechazado fueran de un país de latinoamerica.
Peter Hoekstra podría haber sido recibido con los brazos abiertos como embajador en los Países Bajos, pues es su lugar de nacimiento, a pesar de ser estadounidense de adopción. Sin embargo, nada heredó de su Holanda natal: está en contra del aborto y el matrimonio homosexual, defiende la pena de muerte y es un fiel aficionado al uso de ‘fake news’. Tanto o más que su mentor: Donald Trump.
“Los movimientos islámicos están llevando a Europa hacia el abismo. Hay un gran caos en los Países Bajos, donde queman los coches y a los políticos… Y sí, en Holanda hay zonas prohibidas (no-go zones)”, sentenció, sin datos en mano ni nada que confirme su teoría. Para él, los Países Bajos es un nido más del islam radical que domina barrios a los que los no musulmanes tiene prohibido acceder.
Ya provocó polémica en 2015, cuando hizo esas declaraciones en medio de un debate sobre la lucha contra el terrorismo, pero tras ser nombrado representante de EEUU en La Haya, Hoekstra volvió a encontrarse con su pasado. En diciembre, un periodista de la televisión holandesa NOS sacó el tema a colación, en medio de una entrevista. “Usted dijo que tenemos zonas prohibidas en los Países Bajos…”, soltó el reportero.

“Yo jamás he dicho eso. De hecho esas declaraciones son incorrectas. Es lo que llamaríamos ‘fake news’ (noticias falsas). Yo no dije eso, no”, insistió el actual embajador. Para su suerte, el periodista tenía en su teléfono móvil la grabación del debate de 2015 y le mostró el vídeo preguntándole si estaba calificando de ‘fake news’ algo que él mismo había dicho en público.
Hoekstra no recurrió a ninguna excusa para disculparse. “No, yo no llamé ‘fake news’ a eso. Yo ni siquiera utilicé esas palabras hoy (durante la entrevista)”, respondió, negando lo evidente, lo que acababa de comentar tan solo segundos antes de ver la grabación del debate de 2015. Ante su sorpresa, el periodista holandés miró a su cámara y terminó la entrevista.