(VÍDEO) Senador Demócrata grita y se enoja por comentarios racistas de Trump.

El senador Cory Booker reprendió a gritos a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristjen Nielsen, por no recordar u objetar al presidente Donald Trump cuando presuntamente se refirió como “países de mierda” a las naciones de África y Haití, después se dio a conocer que también habría tenido las mismas palabras para El Salvador.

De esta forma los republicanos pasaron apuros para dejar clara su versión de los hechos, y la secretaria de Seguridad Nacional se convirtió en la más reciente funcionaria del partido en ofrecer un recuento incierto de un encuentro en la Casa Blanca en el que, presumiblemente, Trump utilizó lenguaje vulgar que fue percibido como racista.

Los demócratas acusaron a los republicanos de padecer amnesia selectiva, después de que Kirstjen Nielsen testificó bajo juramento que “no escuchó” a Trump utilizar una palabra soez para describir a los países africanos. “Era una reunión de 12 personas. Había mucha gente hablando”, explicó durante su audiencia ante el Congreso, en la cual no “disputó que el presidente utilizaba lenguaje fuerte”.

“Está bajo juramento. Usted y otros en esa habitación de repente no pueden recordar… He estado en la Oficina Oval muchas veces y cuando el comandante en jefe habla, escucho. No tengo amnesia de las conversaciones en la Oficina Oval que se remontan meses, meses y meses”, le recriminó el demócrata por Nueva Jersey a Nielsen, quien durante una audiencia ante el Comité Judicial del Senado dijo que no podía acordarse de las palabras que utilizó el mandatario para referirse a dichos países en una reunión la semana anterior.

“Me dolió cuando (el senador) Dick Durbin me llamó. Tenía lágrimas de rabia cuando escuché sobre su experiencia en esa reunión. Y que usted no sienta ese daño y ese dolor, que descarte las preguntas de algunos de mis colegas diciendo que ‘ya respondí esa línea de preguntas’, cuando decenas de millones de estadounidenses están sufriendo en este momento porque están preocupados por lo que sucedió en la Casa Blanca. ¡Eso es inaceptable para mí!”, espetó Booker con encono.

“Cuando el comandante en jefe habla o se niega a hablar, esas palabras no se disipan como la niebla en el aire. Se agudizan. Se vuelven veneno. Dan licencias para la intolerancia y el odio en nuestro país”, insistió el senador a Nielsen, mientras le recordaba sobre los crímenes de odio que han cometido los supremacistas blancos en fechas recientes.

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